En el pasado, Alemania era el emblema del lugar donde se inventaban las cosas. En el presente, también. En materia de empleo, inventaron los minijobs, que es un contrato de jornada reducida de toda la vida, pero que sirve para sacar un pellizco de sueldo y otro de trabajo puntual. Ahora, se disponen a atraer a jóvenes al servicio militar voluntario. Y lo van a lograr si aprueban la ley con la que apuntarse a la instrucción será un empleo de seis meses pagado a más de 2.000 € al mes. Con ropa, alojamiento y manutención gratis, se hace un capitalito. Y, luego, lo mismo te apuntan a un erasmus con la OTAN y ves mundo.
