Por cada iniciativa, hay un ‘pero’ de quien no la lidera. No ardió Bilbao con la Final de la UEFA, su proyección es innegable y, a las 24 horas, la normalidad era tan palpable que casi decepcionaba. Así que los ‘peros’ de los que se habla son las molestias -ciertas, sí; torturantes, tampoco-, del que no hizo todo el negocio que quería y del que lo hizo en demasía. Y el coste en dinero público, claro. Aunque suena a pataleta de quien no tiene otro pito que tocar, da para un charla de barra de bar, que es donde se crean los estados de opinión sin datos. Así que conviene gestionar los peros para que no acaben ganando a las iniciativas.