No veo a nadie a favor de la opa del BBVA sobre el Sabadell aparte del banco de sede vasca y empadronamiento en Madrid. La unilateralidad opera así: si tú te lo guisas, te lo comes. En Vietnam, la campaña “corazones y mentes” quería que la población civil se alineara con los estadounidenses. Fracasó porque no dejaron de actuar como un invasor. Algo más que capital le hace falta al BBVA para vencer dudas políticas y sociales. Cosecha la frialdad que transmite quien no cree necesitar amigos. Desde su altura se ve a otros minúsculos; hay tanta distancia como entre su cuna vasca y su corazón bancario en la Villa y Corte.