Celebrar el día de la Patria Vasca y reivindicarse nacionalista en estos tiempos es carnaza para los que, sin embargo, celebran con desfile militar el “descubrimiento” de América y los 500 años de -sangrienta- “historia común”. Da igual desde la progresía demonizadora del concepto de nación -todos ciudadanos del mundo y súper fetén- que desde la retrogradía -cómo serán estos, que el palabro creo que ni existe-. El nacionalismo ajeno es siempre malísimo; la patria propia, la reserva espiritual de lo bueno. No lo celebren quienes no quieran, pero no den lecciones maniqueas de bonhomía.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
