Lo insólito del atropello masivo en Magdeburgo, no por el modus operandi sino por la autoría, que no encaja –he ahí gran parte de la cuestión– en los casos a que estamos acostumbrados, ha disparado las dudas, suspicacias y teorías conspiranoicas. Como no podía ser menos. El origen del autor, sus motivaciones antiislamistas contrarias a lo que se supone que tendría que ser, el coche, cómo logró colarse en un lugar superprotegido... Y ahora se sabe que Arabia Saudí ya advirtió a Alemania de la peligrosidad del sujeto, que fue detenido en 2013. Terror, caos y cuestionamiento: triple objetivo ¿cumplido?
