Un total de 18 mujeres han sido liberadas en un club de alterne ubicado en la localidad guipuzcoana de Aduna. 18 mujeres obligadas a prostituirse, llegadas a nuestro país con la promesa de un futuro mejor, pero que han sufrido una verdadera pesadilla. Su vulnerabilidad sirve de base perfecta para que personas como el dueño del local y clientes a los que nadie señala hagan negocio con el cuerpo de estas mujeres. Encadenadas a deudas imposibles de pagar son carne de cañón para su explotación. Es responsabilidad de todos y todas asumir ahora su cuidado para que puedan tener esa vida mejor soñada.