No me extraña que la madre de Álex se eche a llorar. Comparto sus lágrimas. Saber que se ha rebajado la pena a cuatro de los agresores de su hijo (en estado vegetativo tras la paliza que sufrió en Amorebieta en 2021) es injusto. Ve el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que no ha podido probarse que formen parte de la banda Los hermanos Koala y les rebaja las penas de 6 a 15 años en vez de los 10 a 20 años que les había impuesto la Audiencia de Bizkaia. Ya será así, técnicamente, pero díselo a una madre que no volverá a ver a su hijo caminar. Qué injusta es la justicia en ocasiones. Qué injusta.
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