DE nuevo nos llega una terrible noticia desde Estados Unidos a cuenta del uso indiscriminado de armas por parte de un civil, anónimo, que decide acabar con la vida de sus semejantes. Esta vez es en Maine, pero podría haber sido en una calle de Nueva York, un instituto de Nevada o la playa de California. Da igual. El resultado son personas asesinadas que se suelen contar por decenas, la denuncia de la tragedia y los porqués sin respuesta. Siempre es la misma noticia, con diferentes actores y lugares, pero la misma. Y nada cambia. Es la consecuencia del concepto de libertad para todo mal entendida. Así que hasta la próxima.