EL modelo actual de tele generalista ha impuesto una forma de hacer que desarrolla la presencia e importancia del jurado, sobre todo en los programas de Got Talent, concursos variados y habilidades varias. Las parrillas de las teles están plagadas de espacios de esta naturaleza y contenido y no hay tele de este modelo que no tenga espacio para estos juegos de entretenimiento, habilidad y conocimientos. Los jurados forman parte de esta renovación, de esta necesaria presencia de actores que saben dinamizar el ritmo hasta convertirlos en figuras emergentes y necesarias del modo narrativo mediático. Los jurados son signo de modernización de programas; jurados construidos con personajes de la farándula, celebridad y famoseo. Los jurados saben desarrollar su papel de acompañantes de lujo de espacios protagonizados por invitados o personal anónimo. Desde el reducto sempiterno de Jordi Hurtado hasta las vueltas de ruleta de Pasapalabra del inefable Leal, la vida pasa como un gigantesco concurso que anima las parrillas televisivas. Desde la variedad de actuaciones de Risto y los miembro del jurado hasta las locuras de Llacer volviendo loco al jurado musical de Atresmedia, la presencia del formato concurso es brillante y necesario. La moda del jurado se ha impuesto con contundencia y agilidad y se ha convertido en marca de la casa. Las cadenas saben que tener un concurso popular es sinónimo de garantía. Ponga un concurso en su vida y prepárese para el salto a la fama; todo ello acompañado de jugosos doblones que aderezan la vida de los concursantes. Los jurados están de moda; competir es una forma moderna de construir la tele. Hagan juego, señoras y señores; el jurado está presto para emitir su veredicto. l