Será el comité del Nobel de la Paz, pero tira con dardo. El de este año a activistas rusos, ucranianos y bielorrusos coincidió ayer con el 70 cumpleaños de Putin. Qué mala leche, hombre. El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, sátrapa lameculos del sátrapa mayor, le regaló a Putin un tractor. No sabemos si amarillo. “Es el mejor”, dijo del vehículo. No es algo nuevo, ya que hace cuatro años le regaló cuatro sacos de patatas por Navidad. Ya es raro que le haya regalado un tractor y no un tanque, con el ardor guerrero que le caracteriza. Igual es que quiere optar al próximo Nobel.