LAS efemérides chorras crecen en espiral y hoy, 20 de agosto, es oficialmente el Día de las Patatas Fritas, un producto lleno de grasa y sal, completamente adictivo. Yo no sé si a Marijaia le gustará este tubérculo pasado por la sartén, pero tiene pinta de que podría haber patentado aquel lema de “¿a qué no puedes comerte solo una?” Con esa estética pop que luce hoy, y subida a la ola de influencers, youtubers e idioteces varias, quizá este año tenga restringidos los carbohidratos. ¡A la m. la dieta en Aste Nagusia! Seguro que, escondida detrás del Gargantúa, se zampa toda la bolsa. ¡No tiene pinta la señora de la fiesta de andar contando calorías! Las patatas fritas son una fórmula tan demandada como el kalimotxo, que acaba de hacer cincuenta palos. Si una PCR ha constatado que Mari Puri Herrero es genéticamente la ama de Marijaia, si el carbono 14 sentencia que la cuadrilla Antzarrak de Algorta engendró la bebida más popular de las fiestas, la paternidad de las french fries sigue en el aire, y será necesaria una prueba de ADN porque Bélgica y Francia, reclaman su origen. Eso sí, ellas no solo tienen su día en el calendario, sino que cuentan con su propio museo, el Frietmuseum en Brujas. A ver, repasemos. El cumpleaños del kalimotxo es el 12 de agosto, el día de la croqueta se celebra el 16 de enero y cada 20 de abril se conmemora el día de las patatas fritas con cheddar. Esperen..., que antes del txupinazo, les digo cuándo cumplen años las patatas bravas. l

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