ESDE la salida de la transexualidad de la lista de enfermedades mentales de la OMS, un ejemplo de gran paso a nivel global, la anterior ley trans quedó obsoleta y ahora no serán necesarios ni pruebas ni testigos para acreditar la condición transexual de una persona. La nueva norma permitirá cambiarse de sexo en el Registro civil y no en el quirófano, por decisión propia y sin validación ajena. El sexo en su biología no determina el género como construcción social. Nadie debiera confirmar que alguien diga lo que es. Es necesario más acompañamiento y menos certificados.