Los medios informativos estamos en primera línea de la opinión pública y nos hemos desgastado por errores propios e intereses ajenos. Pero el contraste de líneas editoriales y el examen diario de veracidad son lo que forman criterio. El resto es propaganda. Esa primera línea se la saltan quienes la difunden. Empezaron con un plasma y hoy se teletransmiten en redes sociales. Es sencillo construir imagen cuando no se admite contrastarla. Es el modelo moderno, sano, frente al viejo, interesado. Desconfío del altruísmo.com acolchado tras esa estrategia de marketing digital de likers, haters y hackers.