A sé que no es habitual que os escriban una carta directamente, al menos tan directamente. Y soy consciente de lo que me dirán algunas personas, que hago demagogia.

Tan solo quiero expresaros lo que siento. Y lo que siento, es tan sólo esperanza de lo que podéis realizar este próximo 5 de mayo en el pleno parlamentario. Después del trabajo que hemos realizado, en el último año y medio, para conseguir más del doble de las firmas necesarias para que podáis debatir sobre la Renta Básica Incondicional. Es ahora, cuando todo el Parlamento puede tomar una decisión muy importante para acabar con la pobreza, para poner la vida en el centro, para repartir el empleo y compartir los trabajos, repartir la riqueza, tener más autonomía para decidir y para vivir de un modo más sostenible.

Sois vosotros, parlamentarios y parlamentarias, vosotros y vosotras, ahora, en este momento, tenéis el poder. Podéis legislar y evitar el sufrimiento de mucha gente. De toda aquella gente que no tiene los recursos suficientes para poder sobrevivir. Podéis dar tranquilidad y sosiego a un montón de gente, que no puede acceder a la RGI, por las condiciones impuestas. Tenéis el poder de proporcionar una vida más feliz y más digna y eliminar por completo la pobreza que existe, y sigue existiendo con la RGI en Euskadi.

Tenéis que tomar una decisión: apoyar la Renta Básica Incondicional y lograr un nueva Ley. Para tomar esa decisión, tenéis dos caminos. Uno es el camino de mirar a las otras, mirar a las personas que no tienen recursos, que no tienen los recursos que nosotras sí tenemos. Mirarlas y ponernos en su lugar, ser capaces de sentir el hambre, capaces de sentir el frío, sentir el abandono y la soledad, tal y como hay gente que lo está sintiendo en este momento.

El otro camino, si no queréis mirar para ese lado, el otro camino es miraros a vosotros mismos, mirar dentro de vosotras y decir si queréis seguir viendo, cuando salgáis a la calle por la mañana, seguir viendo a personas durmiendo en el portal de al lado de vuestra casa. Pensar si, realmente, eso os gusta. Ver a alguien, desde primera hora de la mañana, durmiendo en la calle tapado con cartones y mantas, ¿Os hace felices? Es una forma de empezar el día muy poco ilusionante y bastante triste.

Tomar la iniciativa y apoyar una Renta Básica Incondicional, significa no tener que poner condiciones a la gente para poder sobrevivir, ayudar a tener una vida más digna y poner la vida, esas vidas, en el centro. No tener que exigir unos requisitos, trabajo, empleo, etc., para tener acceso y poder cubrir unas necesidades básicas para su supervivencia. Cubrir al igual que la educación, la sanidad y lo mínimo para alimentarse y demás necesidades, es dar más derechos a las personas.

Algunas dirán que lo mío es pura demagogia y que vuestro trabajo debéis pensarlo a nivel global, para todo el mundo y sin particularidades específicas que os distorsionen. El ejercicio que os propongo creo que no distorsiona la visión que podáis tener de país, sino que la amplía y le da color y realismo, son personas con nombres y apellidos a las que podéis sacar de su pobreza o a las que podéis dotar de mayor libertad para conseguir unos empleos más dignos o con mayor tiempo para aportar a la sociedad en otras actividades sociales. Somos un país rico que no puede, no debe, no debéis permitir tener pobreza en sus calles o personas obligadas a aceptar trabajos esclavos que no les permite llegar a fin de mes.

Recogimos 22.075 firmas de personas que desean cumplir un objetivo: una vida más digna para todas las personas vascas con una Renta Básica Incondicional. No digáis no, no digáis 22.075 veces no.

No puedo deciros mucho más. Tan solo que estoy harta, estoy harta de sentirme una privilegiada por tener donde dormir, por poder decidir, por tener recursos suficientes. Estoy harta de leer en los periódicos, el aumento de personas que con un trabajo mal pagado no les llega a fin de mes y del aumento de la precariedad que se ha dado en Euskadi. Me gustaría vivir en un país más justo, con más personas felices con las que convivir a diario, colaborar entre todas para hacer un país mejor y si sirve de ejemplo mejor aún. Ahora podemos, podéis hacerlo. Es el momento. * Miembro de la Comisión Promotora de la ILP por una Renta Básica Incondicional.