Cuando, hace unos años, se implantaron las primeras ayudas públicas al alquiler para favorecer la emancipación de los jóvenes, subieron los precios de los alquileres para jóvenes. Una reacción del mercado, se dijo, que se estabilizará. Ha llovido un rato desde entonces; hoy, las ayudas son un mecanismo estable pero los precios de los alquileres no bajaron. Ahora, los precios de los carburantes se subvencionarán con 20 céntimos de euro por litro desde el viernes pero, desde el anuncio, han subido entre 7 y 10 céntimos. Es una reacción del mercado, nos dicen. El regulador de la competencia debería agarrar al mercado por las solapas.