L pánico a la irrelevancia alimenta la estupidez. El desmantelamiento de los símbolos asociados al franquismo en nuestra geografía ha avanzado sin pausa hasta el punto de que algunos temen quedarse sin medio de hacerse ver. Ernai la ha tomado con unas cruces sobre cuya vinculación con la dictadura nadie recordaba y que estaban en fase de desmontaje ordenado. En el caso de la ubicada en la barakaldarra dársena de Portu, los heroicos antifaxistak han perpetrado la ekintza de tirarla a la ría, prueba de su compromiso medioambiental. Ya no quedan en Bizkaia más símbolos de intolerancia que los que ellos peguen en las paredes.
