su ideología infecta, Vox añade una estrategia populista peligrosa basada en la agitación social en la calle y en las redes -noticias falsas, manipulaciones...- y una ofensiva en los tribunales mediante la presentación de denuncias y querellas a discreción. El caso es hacerse notar y, de paso, disfrazar con la piel de cordero de un falso sentido de justicia el lobo feroz depredador que lleva dentro. Algunas de esas iniciativas -el Constitucional con el estado de alarma- le salen bien, porque hay jueces que beben los vientos por el ala derecha. Hasta que caigan en su propia trampa.