ERDÓN por el palabro, pero quiero distinguir a quienes están en la isla de La Palma informando y los que no pueden evitar, de nuevo, que la desgracia derive en espectáculo. No cuestiono mi profesión -no soy tan snob-, que bastante soporta críticas, intrusismo y el ninguneo de todo comentador de la realidad y hasta de la irrealidad. Ni el dolor, ni la fractura vital de quien lo pierde todo se van a atenuar porque las teles compitan por quién se acerca más a la lava o qué dron planea mejor sobre ella. ¡Que ha hecho falta una zona de exclusión aérea por el exceso de particulares sobrevolándola, oiga!