Lo que esconde el PP

A miedo. Si como dice Isabel Díaz Ayuso, la candidata a continuar como presidenta de la Comunidad de Madrid, la capital del reino es España y España es la capital de reino, hay que echarse a temblar. Y es que el 78% de los posibles votantes que el Partido Popular tiene en Madrid aceptan como mejor opción, en caso de que su formación no pudiera gobernar en solitario, una coalición con Vox. Ahí se les ve el plumero. Durante años, los medios de comunicación españoles se vanagloriaban de que en su país no había sitio para un partido de extrema derecha. Claro, todos sus simpatizantes estaban a cobijo del PP. Ese que encabezaba sin ningún tipo de pudor José María Aznar y en el que figuraba Jaime Mayor Oreja, aquel nefasto exministro del Interior que, recientemente, lamentó que Pablo Casado rompiera "abruptamente" con Vox. Ahí estaba toda una caterva de individuos, incluido el propio Santiago Abascal, presidente ya entonces de la Fundación para la Defensa de la Nación Española, que renegó después de su filiación popular, para destaparse como líder de los ultras más recalcitrantes. Si como dice la insustancial, pero peligrosa, Díaz Ayuso, "España es Madrid y Madrid es España", el futuro no puede pintar más negro. El lema Comunismo o libertad acuñado por el PP madrileño retrotrae la memoria noventa años atrás, cuando los fascistas emergían en Europa.

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