AS vacunas venían a salvarnos la vida. Y lo harán. Albricias, todos felices. Pero en este país hasta en esto tenemos que pelear y enfrentarnos. Ahora que el reparto de dosis se reduce, se plantea privilegiar a las comunidades cigarra que por encabezar una absurda e irresponsable clasificación de vacunas puestas ven ahora peligrar la segunda dosis. Solidaridad, le llamarán: al tiempo. Y quienes criticaron hasta el insulto a las comunidades hormiga que establecieron una estrategia de reservar fármacos no darán su brazo a torcer. El cuento acaba... mal.