ÁS allá de las lecturas político-electoralistas de nivel cero que no merecen ni mención, parece que ha generado cierta sorpresa que la desescalada vasca sea más restrictiva, más prudente que la del Estado. Tanto se empeñaron algunos -ayer mismo, Fernando Simón- en prevenir contra “una carrera entre comunidades” que hubo quien se lo creyó. Y es verdad que mucha gente está ya por la fase 2 avanzada. Pero esto de la cogobernanza iba de adecuarse a la realidad de cada comunidad, a sus circunstancias, a sus indicadores. Saldremos mejor.