LA parte más potente del informe del Gobierno vasco sobre la violencia de persecución ejercida contra los concejales -imprescindible su lectura para cualquier ciudadano- es, sin duda, la de los testimonios de los propios amenazados y sus familiares. Sus palabras, sus sentimientos, su soledad, sus miedos nos golpean en la conciencia. Algún día habría que realizar un informe con testimonios de los amenazadores, acosadores y agresores. El documento subraya la injusticia de esta persecución y el compromiso de los perseguidos. No reconocerlo así es insultante.