Mañana es el último día para publicar encuestas electorales. No sé en qué momento el legislador vio claro que una encuesta a siete días vista no era capaz de alterar la voluntad del cuerpo electoral tanto como una a solo tres días de la cita con las urnas, pero lo cierto es que la legislación impone esta limitación.

Luego vendrán las encuestas andorranas en forma de frutas y verduras y los bulos en Internet, pero lo que es encuesta encuesta, con sus márgenes de error y su publicación en medios de comunicación, a más tardar mañana.

De las que conocemos hasta ahora mismo y salvo que mañana alguna cambie mucho los pronósticos, da la sensación de que por más que algunos partidos estén muy fuertes en determinadas circunscripciones, los pactos van a ser necesarios en todas las grandes instituciones vascas para poder gobernar con mayoría.

Y precisamente por eso resulta tan maniqueo el argumento de que primero han de hablar las urnas y luego ya se definirán los pactos que repiten casi todos los partidos cuando se les pregunta con quién preferirían pactar. Salvo en el caso de los acuerdos globales, lo normal es que si obtienen mayoría absoluta en alguna institución los partidos no firmen acuerdos con nadie, pero si ello no ocurre, es mucho más honesto decirle al electorado cuál es la preferencia de cada candidatura de tal manera que quien vota pueda elegir una u otra opción sabiendo lo que le espera.

Es cierto que hay partidos que no adolecen de ese vicio. Podemos, por ejemplo, ha dejado claro que su opción es la de pactar con Bildu y el PSE para desalojar al PNV de los gobiernos, algo que, por su parte, no han dicho los aludidos Bildu y PSE. Ni por supuesto un PNV que, si bien parece claro que optará por el PSE, tampoco ha descartado otras opciones.

Así pues, la pregunta es relativamente sencilla y supongo que serán no pocos los electores que se la estén haciendo, ¿cuál va a ser la opción de Bildu y el PSE de cara a articular mayorías en las instituciones si la ciudadanía decide darles la oportunidad de arrebatar gobiernos al PNV?

¿Está dispuesto Bildu a anteponer lo social a lo nacional y gobernar con PSE y Elkarrekin Podemos? Y, por su parte, ¿está dispuesto el PSE -o en su caso el PSOE- a permitir gobiernos de izquierdas “con Otegi” como repiten hasta el aburrimiento Casado, Rivera y Abascal?

A una semana vista de las elecciones todo lo demás son fuegos de artificio. Aunque me temo que, como ocurre casi siempre, nos quedaremos sin saber cómo intentarán pactar los partidos hasta que acabe por contarse el último voto de la diáspora.