El gran problema de los patines y bicicletas que van por la acera es que siguen andando por ella convencidos de que es lo normal, que es para ellos. Como nadie dice nada, van totalmente impunes. Hay un tramo en Deusto, entre el 13 al 33 de Lehendakari Aguirre, abarrotado de gente y comercios, además de otras personas que salen a fumar y escupir en medio de la acera. Sin contar los perros grandes y pequeños atados y sin atar ni bozal. ¡Vamos, una delicia! Todo esto es ya un problema no solo para personas ciegas o inválidas, sino también para las personas muy mayores, alguna con muchos achaques y aparatos para andar. Circular por la acera es ya un infierno para que encima aparezcan estos intrusos de la bicicleta y los diversos tipos de patines que aparcan donde les da la gana, de cualquier modo y manera. Son gente sin educación ni respeto, algunos verdaderamente gamberros y algo más. Claro, no existe ninguna señal que lo prohíba, al menos en este tramo, y no hablemos de la Policía Municipal para que sanciones estos abusos prohibidos. No se sabe quiénes son estos agentes, por su ausencia, al menos por Deusto. Mientras tanto nuestros concejales duermen tranquilos, sobre todo el de Movilidad y Sostenibilidad, señor Alfonso Gil, y también el de seguridad Ciudadana, señor Tomás del Hierro, principales responsables o cómplices de lo que pasa en las aceras. Han gastado más de 3 millones de euros de las arcas del Ayuntamiento, ¿para qué? ¿Para qué o para quién han limitado el ir por la carretera a 30 por hora? ¿Para qué han quitado o bien a la carretera o a la acera un tramo para los bidegorris, si no lo usan ni pagan nada por él? ¡Vergüenza hay que tener! ¡La acera es, exclusivamente, de los peatones!
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