Leo en DEIA un bonito artículo sobre el exceso de guardias de las enfermeras. Un testimonio tierno y reivindicativo escrito por Mikel Etxebarria Robaran, que denuncia justamente la sobrecarga que sufren las enfermeras, con plazas no cubiertas, guardias acumuladas y escaso apoyo de los servicios, y del peligro que supone para la seguridad del paciente... Seguía yo leyendo y asintiendo, mientras tomaba un café, hasta que de pronto un párrafo me saltó al ojo como un puñetazo: “Para ella su vocación no es un trabajo, es su vida. Le mataría profesionalmente ir a un ambulatorio a escribir recetas”. Pues esta vocacional y entregada enfermera que salva vidas maratonianamente en las guardias hospitalarias no se ha enterado de lo que hacen sus compañeras enfermeras de atención primaria, las enfermeras de Familia y Comunitaria. Desde luego, no hacen recetas. Hacen diagnóstico de problemas y necesidades del paciente, planes de cuidados, continuidad de cuidados tras ingreso, atención a pacientes crónicos, crónicos complejos, paliativos, promoción de la salud, prevención, deshabituación antitabáquica, apoyo al cuidador, atención a la familia, coordinación con servicios sociales, intervenciones comunitarias, proyectos de investigación-acción, gestión, docencia de estudiantes y residentes, técnicas, atención a emergencias, cuidados a los frágiles, gestión de la demanda... Van a domicilio, hacen curas, limpian reservorios, control de anticoagulación, procedimientos diagnósticos y terapéuticos, enseñan a movilizar, a limpiar, a desplazar a enfermos a sus familias, acompañan en el duelo, levantan tapas de cazuelas y quitan alfombras peligrosas, enseñan ejercicios, toman muestras, suturan heridas, colocan vendajes funcionales, rellenan millones de registros... Y más cosas que, sin duda, pueden explicar las protagonistas mejor que yo, que solo soy una compañera médica de familia. Tan vocacionales, con tanta sobrecarga y con menos reconocimiento social que sus estresadas colegas hospitalarias. Pero recetas, de momento, no hacen. Todo se andará.