EL fiscal Pedro Robira, que lleva en la Audiencia Nacional el caso contra la cúpula de los Mossos d’Esquadra por los sucesos de Barcelona el 21 de septiembre y el 1 de octubre de 2017, ha topado con los límites que el rigor impone al relato. Robira se ha visto rectificado por la Fiscalía del Tribunal especial madrileño por cuestionar la profesionalidad e imparcialidad de los jueces de Catalunya. Su intento de retener el caso en la Audiencia Nacional iba demasiado lejos. El relato se difunde sin freno hasta que toca tuétano. No habría rectificación si su discurso no tuviera intención de cántico hooligan: enardecer.