Tengo familia en Mundaka. Me enamora el mar, ya calmo, ya alterado y rabioso; por supuesto me cautiva la costa vizcaína. He visto por curiosidad Presunto culpable, serie de Antena 3 que transcurre en ese marco tan querido. No hay que arrojar la esperanza por los bravos acantilados, por lo menos antes de pulsar play... Esa naturaleza de ensueño no se merece asistir a tan siniestro drama. Estropeamos demasiado, manchamos sin pudor lo inmaculado. Esos espacios tan cautivadores merecen algo más que una trama de crimen, engaños y corrupción. Las olas aún rompen en blanco y la marea mental debería estar igualmente regulada. No sé que contaminación es más peligrosa, la que ennegrece la salvaje espuma o los peregrinos pensamientos. Seguimos sin estar a la altura del escenario que nos regala la Creación. ¿Para cuándo una trama al nivel de la belleza otorgada, no de las exigencias morbosas de un virtual público? ¿Para cuándo las cámaras tras historias que canten y eleven la maravilla que nos rodea? Por cierto, ¿dónde esos ayuntamientos manchados por corrupción? ¿Dónde además por temas medioambientales...? Límites a la ficción por favor, no vaya a ser que la empujemos de esa torpe forma a la realidad cruda.