Las ciencias adelantan

Quisiera en estas líneas expresarme sin acritud pero lo cierto es que la impotencia, a veces, me desborda. Es bien cierto que “las ciencias adelantan que es una barbaridad” pero a mí, algunas veces me suena a canción de los payasos, sobre todo cuando mis nietos me cuentan que en sus clases, hay días que gracias a las pizarras digitales o, como quieran llamarlas, se comen media clase porque no consiguen hacerlas funcionar.

Pero no es esto lo que hoy me angustia sino las adelantadas técnicas de limpieza, desbroce, mantenimiento de céspedes y jardines, etcétera. Yo, creía que solo ocurría en mi municipio pero he comprobado con estupor que también ocurre en otros. Hasta hace alrededor de dos años, de la empresa que se dedicaba a estos menesteres acudían al desbroce y poda con unas hermosas bolsas en las que recogían todo lo podado y se lo llevaban, dejando las zonas limpias de polvo y paja, que daba gloria verlas: parecían verdaderas e impecables moquetas verdes. Pero vinieron las nuevas técnicas. Han cambiado las bolsas de recogida por grandes y ruidosos tubos sopladores que apartan la hierba de las calzadas pero las acumula en cunetas y montones sobre lo cortado con las consiguientes y desastrosas consecuencias: Atascos en alcantarillas, proliferación de insectos y demás bichos en las zonas maltratadas, imposibilidad del crecimiento normal del césped y muchos más etcéteras, que no me da tiempo mencionar. Creo sinceramente que quien contrata estas labores debe preocuparse también de comprobar que se realicen debidamente y exigir responsabilidades. A mí particularmente, cuando pregunté por qué dejaban toda la broza acumulada sobre el césped me contestaron que eran órdenes de la empresa.