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El laberinto catalán

Ya tenemos las cifras encima de la mesa, así que ahora toca dejarse de especulaciones y estrujarse el magín en busca de alguna salida. Hay que mojarse con propuestas concretas, aunque a priori puedan parecer imposibles.

Pues bien, en primer lugar convendría estar convencidos de la existencia de alguna salida de emergencia como para escapar del laberinto y seguir avanzando. En segundo lugar se trataría de ser realista y marcarse unos objetivos razonablemente alcanzables.

Vayamos con los objetivos. Podrían ser, por ejemplo, facilitar una pausa reflexiva al independentismo. Ejercitarse en la coexistencia de políticas neo-liberales, con políticas sociales propias de un gobierno mayoritariamente progresista. Dar vida al PSOE más auténtico que, desde las bases, dio el triunfo a Pedro Sánchez frente a Susana Díaz y Cia. Frenar a un partido tan crecidito como Ciutadan’s y a su líder. Marcar el camino hacia la dorada oposición, a un PP que se debilita a pasos agigantados, etc.

Termino con mi quiniela. Yo apostaría por un gobierno transversal y ampliamente mayoritario, anclado en un acuerdo programático de mínimos entre JxCat (Puigdemont) - ERC (Junqueras) - PSC (Iceta). En Euskadi sabemos por experiencia que los pactos entre nacionalistas y socialistas obligan siempre a equilibrios inestables. Sin embargo, si en el corto plazo el pueblo soberano no ofrece otra alternativa, hay que arriesgarse y dar un paso al frente, aunque sea con la nariz tapada. Es lo que yo sugeriría a los soberanistas e independentistas catalanes, para que resuelvan su rompecabezas y salgan del laberinto en el que parecen estar instalados..