Este delito recogido en el Código Penal ha dejado de estar solo en la boca de los juristas y ha llegado estos días al ciudadano de la calle. Por la imputación de sedición se encuentran en prisión preventiva los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana y Ómnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

La versión de varios periodistas dicen que otros jueces de la Audiencia Nacional no hubieran dictado este auto nunca. El auto de ingreso en prisión de los dos Jordis, dictado por la juez Lamela, dicen que les produce un sentimiento de injusticia y la sensación de estar asistiendo de nuevo a una utilización creativa del Derecho para conseguir que unos hechos que encajen en un tipo delictivo para después dar gruesos brochazos y cubrir el expediente para justificar un ingreso preventivo en prisión.

En tiempos de ETA, hubo injustas acciones que finalmente fueron desautorizados, pero la cárcel la tragaron... Destacado fue el caso Egunkaria, en el que se dictó prisión preventiva para cinco personas y se cerró un periódico para que luego en una dura sentencia quedara clara la vulneración constitucional que supuso el cierre y se proclamara la absolución de todos los implicados. El cierre de Egin fue considerado ilícito y la defensas llevaban años clamando por la “trampa jurídica” que hizo un juez. Solo que en aquellos años muchos consideraron que el fin último de acabar con ETA y con su lucha por la independencia justificaba taparse un poco las narices y lo mismo parece que está empezando a pasar ahora con el intento secesionista catalán. Es el abuso...había tanto interés en llevar este asunto a la Audiencia Nacional haciendo un encaje de bolillos, pasando por el Código Penal del franquismo, para convertir en competente a un tribunal cuyos magistrados en pleno ya determinaron en 2008 que no eran competentes para este delito... Para mí “absolutamente vergonzoso”.