Si al leer el título no sabes de qué estamos hablando, es que no estás a la última del videojuego que más se habla. Si todavía tienes en el teléfono instalado los Angry Birds o sigues conectado al Candy Crush, ha llegado la hora de renovarte. Estamos hablando del juego de Supercell que arrasa en la red y donde al mismo tiempo que se puede jugar, hay millones de espectadores viendo las partidas que han jugado otros. El secreto de su éxito es muy sencillo, han buscado lo mejor de todos los juegos de competición y han mezclado los ingredientes para dar con el que hoy es el juego definitivo.
Se trata de partidas rápidas entre dos jugadores de niveles similares. En cada nivel consigues unas cartas con las que luchar. Cuando lanzas una carta sobre la arena ésta se transforma en un personaje: El Baby Dragón, La Princesa, La bruja, El Montapuercos, Los Bárbaros, La Orda de Esbirros, El Ejército de Esqueletos y El Barrilete de Duendes forman mi mazo con el que tengo que combatir y ganar la partida. De esta forma consigo cofres que me darán nuevas cartas y monedas para subir de nivel. Lo mejor para entender un videojuego es jugarlo.
Supercell es una empresa Finlandesa de unos 150 empleados, que cada día ingresa en su cuenta corriente dos millones de euros a pesar de que el juego es totalmente gratuito. La estrategia de negocio está en el sistema de micropagos. Si quieres subir de nivel o disponer de una carta más poderosa que tus adversarios, siempre tienes la posibilidad de pasar por caja. Podemos gastarnos desde un euro hasta cien en comprar gemas, que luego canjearemos para mejorar nuestras cartas, comprar cofres o crear un clan para nuestra cuadrilla. Los jóvenes no se juntan para tomar txikitos, ahora se juntan para formar su propio clan. Pero el siguiente paso está a punto de ser una realidad. Se están organizando torneos en los que escalas posiciones hasta llegar a las finales donde vas a obtener premios en metálico. Puede que dentro de un año nadie siga hablando de este juego y se hable de Dynasty Feud, un videojuego vasco con sabor internacional. Atentos.