Se acabó la diversión, llegó Rodríguez y mandó parar
EL pasado 21 de noviembre, Humberto Unzueta le hacía en DEIA una entrevista al dirigente de ERC, Gabriel Rufián. Y este nos decía: “No soy nadie para aconsejar al PNV, pero espero que algún día la situación de Euskal Herria se pueda comparar con la de Catalunya en cuanto al proceso soberanista”.
Entiendo su comentario. Han conseguido que se rompa CIU; que desaparezca Unió; que Convergencia no sepa ni con qué sigla se debe presentar a las próximas elecciones; que Artur Mas dimita; que en Europa no les reciban; que en Madrid estén en el Grupo Mixto; que muchas empresas estén instalándose fuera de Catalunya y que, en definitiva, ERC se convierta en el eje de la política en Catalunya con la inestimable ayuda de la CUP. Me parece normal que eso sea lo que quieren desde ERC, pero en Euzkadi lo que queremos es que siga siendo EAJ/PNV el que lidere cualquier proceso soberanista.
Y lamento que la Declaración de Barcelona, en la que íbamos de la mano organizaciones como el Bloque, CIU y el PNV fuera dinamitada. Era la visualización de cuatro naciones: Galiza, Euzkadi, Catalunya y España.
Los deseos de Rufián son también los de Bildu, una organización que acaba de enviar un telegrama de felicitación a Donald Trump. En el telegrama se habla de las democráticas y vibrantes elecciones celebradas en Estados Unidos, de la disposición de seguir cooperando con el nuevo gobierno, de recordar las importantes relaciones comerciales existentes, del deseo de seguir estrechando relaciones y de felicitar al nuevo presidente Donald Trump, un presidente racista, machista y xenófobo.
Comparo este texto con el que Sabino Arana envió el 25 de mayo de 1902 desde Sukarrieta a un amigo de Bilbao para ser expedido al presidente Roosevelt, de los Estados Unidos, felicitándole por haber concedido la independencia a la isla de Cuba. El telegrama decía así: “Nombre Partido Nacionalista Vasco. Felicito por Independencia Cuba. Federación nobilísima que presides. Que supo libertar la esclavitud. Ejemplo magnanimidad y culto. Justicia y libertad dan vuestros poderosos Estados. Desconocido historia e inimitable para Potencias Europa y particularmente Latinas. Si Europa imitará, también Nación Vasca, su pueblo más antiguo, que más Siglos gozó libertad rigiéndose Constitución que mereció elogios. Estados Unidos, sería libre. ARANA GOIRI”. El texto, como se sabe, no pasó de las oficinas de Telégrafos. Llegó a manos del fiscal y Sabino fue encarcelado el 30 de mayo; el fiscal negó la libertad provisional bajo ninguna clase de fianza, a pesar de que ya el bronceado de su rostro delataba claramente la enfermedad de la que estaba tocado: la bronceada de Adison. Y sin tener en cuenta su calidad de diputado.
En cuatro días se reunieron en Bilbao 9.000 firmas pidiendo la libertad provisional. La petición fue denegada en Consejo de Ministros, presidido por Sagasta. Intervino el senador Rafael de Picavea, que dirigiéndose a su amigo y destacada personalidad del Gobierno liberal, Moret, le expuso el delicado estado de salud del preso, a lo que Moret contestó: “La tranquilidad de España bien vale la vida de un hombre”. Juzgado y defendido por Daniel de Irujo, estuvo en prisión cinco meses y ocho días. Al año, murió.
Prefiero lo hecho por Sabino que el telegrama de Bildu al que noto como coalición tener la brújula averiada. El domingo 4 de diciembre le organizó en el puerto de Donostia un homenaje a Fidel Castro. ¿Nos quieren decir que su filosofía política es el marxismo leninismo? ¿O que creen en la monarquía hereditaria cuando un hermano le pasa a Raúl todo el poder y este a su hijo? ¿O más bien que ven con agrado la falta total de libertad de expresión, la imposibilidad de organizar un partido político, de mantener una economía de subsistencia con solo una olla arrocera para seguir tirando? ¿Sueñan con un discurso a la contra el espantajo del imperialismo para aglutinar y engañar al pueblo? Pues no. Prefiero la libre circulación de ideas, una parrilla con todos los partidos y sindicatos que quieran jugar en una democracia y con unos dirigentes elegidos por el voto popular. Porque Fidel Castro, el Fidel homenajeado por Bildu, fue toda su vida un dictador y no permitió la menor disidencia, sino un absoluto culto a su personalidad sin control alguno. ¿Es éste el modelo de Bildu? Parece que sí, porque llegó el portavoz de Sortu, Arkaitz Rodríguez, y como Fidel en la canción de Carlos Puebla, mandó parar.
Cuando en España “comienzan a escucharse voces que hablan de una nueva transición”, la izquierda abertzale “no va a permitir que se vuelva a cometer un nuevo fraude” contra el pueblo vasco, señaló Rodríguez. El portavoz de Sortu respondió así a Urkullu, quien en las entrevistas publicadas la víspera demandó “más autogobierno para desarrollar las potencialidades” del País Vasco “en una soberanía compartida”.
Durante el acto de homenaje a Fidel Castro, Rodríguez se dirigió “tanto al Estado español como a los del Partido del Negocio Vasco” (en alusión al PNV), para decirnos “con la misma contundencia” que el fallecido líder cubano que la izquierda abertzale no permitirá que, “cuarenta años después, se vuelva a cometer un nuevo fraude contra este pueblo”. “Así pues, hay que prepararse para una nueva batalla”, dijo Rodríguez, antes de emplazar a la izquierda independentista a “organizarse, reforzarse y ocupar las calles con un solo objetivo: arrancar al Estado español, como mínimo, el reconocimiento de Euskal Herria como nación, no a efectos meramente culturales o folclóricos, sino a todos los efectos”.
En otro momento de su discurso, Rodríguez señaló que, los vascos necesitamos “construir” nuestro propio “modelo de socialismo” y hacer nuestra “propia revolución”, denominada “proceso independentista”, “construcción de un Estado propio” y “recuperación de la soberanía”.
En este punto, señaló que “la lucha de clases en Euskal Herria adopta la forma de proceso de liberación nacional”; unas palabras que atribuyó al histórico dirigente de ETA José Miguel Beñaran Ordeñana, Argala. “Porque, tal y como nos ha enseñado la revolución cubana -prosiguió-, no hay proceso de transformación económica sin soberanía. Solo un Estado propio nos ofrecerá las herramientas necesarias para poder avanzar hacia una transformación económica y social en profundidad”. Un proceso en el que Arkaitz Rodríguez auguró que se van a producir “acontecimientos de importancia” en los próximos meses y años”. El portavoz de Sortu animó finalmente al “pueblo vasco”, al igual que hacía Fidel Castro “en los momentos críticos en la Plaza de la Revolución”, a “mantenerse alerta, organizado, movilizado y activo”.
Pienso que Rodríguez confundió en ese día el pesquero Pepita, allí fondeado, con el Granma y el Monte Urgull con la Sierra Maestra y a Batista con el PNV, llamándonos el Partido del Negocio Vasco, un recurso para recibir el aplauso de los allí presentes. Si lo del Negocio Vasco Corrupto es verdad, que vaya al juzgado de guardia y si el negocio es lo que se hace en las economías de mercado, es de preocupar. Así empezó Chávez en Venezuela y ya hemos visto lo que da de sí ese modelo caótico y dictatorial.
Pero hay más. Castro, en un artículo escrito en 2008 en el diario Granma, afiló su pluma contra Javier Solana, a quien llamó “padre teórico de la independencia de Kosovo” y le alertó de apoyar la secesión de un territorio sin el aval de la ONU porque con esos “antecedentes Euskadi y Catalunya se podrían acoger a tal principio dentro de la Comunidad Europea y seguir los pasos de Kosovo”. Como se ve, no era muy partidario de la independencia vasca.
El jelkidismo tiene como referencias a Sabino Arana, Aguirre, Ajuriaguerra, Irujo, Mounier, Monet y personas de este temple democrático. Sortu, tiene como modelo a Fidel Castro y por eso lo homenajean. Por esta razón me pareció el acto del puerto de Donostia muy esclarecedor, a pesar de que el portavoz Rodríguez nos dijera que se acabó la diversión y mandara pararnos. Ya sabemos para qué.