El negocio sanitario
La Salud, nos han hipnotizado a creer que depende, en exclusiva, de lo sanitario, del material, métodos y del personal que en ese ramo trabaja, entre los cuales me encuentro.
Caminamos, también en este aspecto, como zombis, arrastrados por intereses muy distintos, bien sean de los que se dedican a vender maquinaria para el diagnóstico, o tiras y reactivos variados, o medicamentos -casi na-, o los nuevos y flamantes “test de riesgo genético”; sin dejar de mencionar hospitales privados, Igualatorios y un largo etcétera de eso que se mueve dentro de lo que se denomina “negocio sanitario”.
Presos de esta hipnosis, parece nos hemos olvidado del agente central, primordial diaría yo, de la Salud: el individuo. Un individuo que, a pesar de la mejora asistencial externa, cada día enferma más, y de nuevas enfermedades producto de su anómalo sistema de vida.
Pero lo peor de esta hipnosis es que nos quiere hacer pensar que no tenemos remedio, que no podemos cambiar nuestra deriva, incluso que no debemos salirnos del rebaño (cuantas connotaciones falsamente religiosas de este término...). La solución, por contra, la veo yo en sentido diametralmente opuesto a caminar prietos junto al rebaño para no perdernos. Por ello, salirse de él y dejar de atender al “qué diran” de los cobardes, aprendiendo a crear realidad propia y consciente, es la receta que hoy te doy -que he recibido de otros a su vez-, ya que solo individualmente -y siguiendo nuestra guía interna- podremos luego juntarnos y alumbrar las soluciones a los problemas comunes que tenemos. Anímate!