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Juzgados de paz

En la mayoría de los pueblos existen los Juzgados de Paz con el fin de dar inmediatez a las necesidades documentales de los ciudadanos. Estos juzgados están presididos o los asiste un Juez de Paz, que no es profesional. Es una persona del pueblo, bien considerado y que da una buena imagen como persona hacia la ciudadanía. No tiene sueldo, aunque sí tiene una pequeña cuantía para gastos. Luego están los jueces de carrera. Estos son los que tramitan y aplican las leyes con mayor o menor fortuna. Y una vez explicado todo esto y dejándolo medianamente aclarado , pasaré al motivo que me mueve a escribir esta carta, que se podía definir como de mediana protesta. Hay en Bilbao al menos un juez o jueza que, estando de guardia, se niega a firmar las defunciones que se puedan producir en algunos de los pueblos en los que hay Juzgado de Paz. Señor juez o señora Jueza, nosotros, los jueces de Paz no tenemos guardias, podemos utilizar los fines de semana para hacer lo que nos apetezca -hacer deporte, ir a la playa, al monte...-, pero ustedes piensan que estamos las 24 horas disponibles para atender las defunciones ¿Si existiese una muerte en extrañas circunstancia en alguno de estos pueblos, también se negaría a ir y mandarían al Juez de Paz? El 7 de agosto tuve que ir al Juzgado para firmar una defunción ante la negativa del juez o jueza a firmarla. No era mi obligación, tampoco sé si la suya, pero sí una obligación moral, ya que la familia del difunto, bastante tienen con el disgusto del fallecimiento de un ser querido, como para que vaya la funeraria diciéndoles que “un juez se niega a firmarles el fallecimiento y no podrán incinerarle hasta el lunes”. Usted tal vez no tenga un mínimo de caridad humana, yo sí.