KABIEZES es la metáfora urbana actualizada de un éxito, el del metro, que ha acabado por transformar su entorno en el populoso barrio santurtziarra de igual modo a como el suburbano ha transformado a Bizkaia -y a sus ciudadanos- desde que hace casi 19 años, en 1995, realizara su primer viaje. La puesta en funcionamiento mañana de la última estación de la Línea 2, la estación número 41 en los ahora más de 43 kilómetros de recorrido del metro, refrenda de nuevo lo acertado de la apuesta realizada hace 26 años, cuando se iniciaron las obras en 1988. El suburbano, que por aquel entonces llegó incluso a ser blanco de críticas injustificadas que se aferraban a tópicos como el gasto o la complejidad del mismo modo que ha sucedido con otros proyectos que han resultado estratégicos para el desarrollo de nuestro país, no solo es hoy un modo de transporte alabado por propios y extraños y parte de la exitosa nueva imagen de Bilbao sino también eje vertebrador de la metrópoli, en la que ha integrado a las dos márgenes de la ría desde su extensión por Ezkerraldea allá por 2002. Sólo ese efecto, ese papel como uno de los motores de la homogeneización social que el desarrollo económico ha permitido en Bizkaia, ya es dividendo más que suficiente de la inversión (3.125 millones de euros) realizada a lo largo del último cuarto de siglo. Pero, además y sobre todo, el suburbano ha contribuido a un cambio en la movilidad en el territorio histórico. Al transportar una media cercana a los cien millones de pasajeros al año, ha constituido la clave de bóveda del cambio de hábitos diario -con los correspondientes beneficios al tráfico, la ordenación urbana y el medio ambiente (evita la emisión de más de 45.000 toneladas de dióxido de carbono al año)- de decenas de miles de vizcainos. Sin olvidar su impacto económico, dado que su construcción y explotación ha permitido crear y mantener más de dos mil empleos. Sin embargo, lo mejor del presente del metro es el futuro que se le adivina a pesar de las dificultades que impone la crisis económica. A partir de mañana, Kabiezes dejará su sitio como novedad a la que se pretende sea la tercera línea, entre Etxebarri y Matiko, con fecha de apertura inicial en 2016, o más adelante a proyectos hoy en estudio como la conexión con el Hospital de Galdakao o con el aeropuerto de Loiu, para seguir expandiéndose como nervio de la actividad diaria en Bizkaia.
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