polvo eres y en polvo te convertirás". ¿Recuerdan esta frase? Es la sentencia, la advertencia que la Iglesia hace llegar a los suyos en un día como hoy, miércoles de ceniza. Y es que hoy, con la sardina del Carnaval enterrada y bien enterrada, es el primer día de la Cuaresma. Un día de ayuno y abstinencia, que precede a otras 40 jornadas que nos llevarán hasta la Semana Santa. Así era antes por lo menos, ya que hoy son pocos los que guardan el precepto del ayuno y menos de la abstinencia -abstinencia de comer carne se supone-, y muchos ni siquiera saben qué es eso de "tiempo de Cuaresma", o que el Carnaval está ligado a esta fecha, y que la Semana Santa llegará en poco más de 5 semanas. Hablo por sensaciones, basándome solo en un estudio nada científico hecho en pleno Domingo de Carnaval. El público encuestado es un grupo de amigas de 14 años -todas chicas- vestidas con su disfraz carnavalero. La pregunta: ¿Por qué hoy es Carnaval? Las respuestas, de lo más variadas, pero solo una de estas chicas dio con la respuesta acertada.
Cierto es que no somos una sociedad religiosa, aunque nuestro día a día esté gobernado por las festividades de la religión católica, pero saber estas cosas -saber por qué se celebra la Semana Santa, o saber cuáles son los ritos de la religión judía, o los preceptos del islam- está más allá de una clase de catequesis.
Decía el otro día el obispo Munilla que se aplique la legislación y que la religión sea una opción en todas las escuelas, con una asignatura opcional que puede ser "historia de las religiones". Digo yo, sin pretender equipararme con el obispo Munilla: que la religión salga de las escuelas, que la religión se quede en las parroquias, las mezquitas o las sinagogas, y que se imparta a todo el alumnado "historia de las religiones". De todas las religiones. A los de todas las religiones.