El pasado día 31 de octubre se celebraba en Mungia la noche de brujas o noche de los difuntos, popularmente conocida como la fiesta de Halloween. Es una fiesta de origen celta conocida como Samhain, que deriva del irlandés antiguo y significa fin del verano, por tanto una fiesta que procede de países anglosajones con gran arraigo en EE.UU., Canadá, Irlanda o Reino Unido y poco a poco va teniendo más adeptos en nuestra Comunidad.
Durante la celebración de esta fiesta en Mungia con el dulce o truco que en la traducción al castellano (del ingles trick-or treat) se ha quedado en truco o trato, varios críos estaban participando de esta broma y como reza la tradición consiste en entrar en los portales haciendo la gracia del juego que es pedir al inquilino de la casa trato o truco, o dulce o truco. Esta broma pudo terminar en tragedia, pues un crío de 13 años, acompañado de otros dos menores de su misma edad, fue agredido brutalmente por un vecino delante de la puerta de su vivienda con la cabeza de una escoba, con el resultado de fractura de cráneo. El agresor volvió a intentar asestar un segundo golpe, que afortunadamente amortiguo el pasamanos de la escalera. A este crío sus amigos le trasladaron al ambulatorio de Mungia, donde recibió la primera atención sanitaria y posteriormente fue llevado al hospital de Cruces donde fue intervenido quirúrgicamente. Al crío le han limpiado y cosido la fractura y le han colocado una lámina de titanio en la fractura y cubierto con una malla. Ha vuelto a casa donde sigue convaleciente de su lesión física y se le añaden otros de ansiedad y angustia de poder verse las caras en cualquier momento con el agresor por la calle. Este problema también tienen los dos compañeros que fueron testigos de la agresión y que han sido llamados por la Ertzaintza para prestar declaración sobre los hechos.
Estos críos también están sufriendo las consecuencias de una crisis de ansiedad, por el hecho de comparecer a tan temprana edad ante la policía, y posteriormente en una sala de vistas en el juzgado y que tienen la imagen del agresor entre ceja y ceja. Hagamos un llamamiento a toda la sociedad en general para erradicar estas conductas intolerables de nuestro entorno, que son provocados en parte por la crisis y la coyuntura actual, pero que en ningún caso justifican hechos como los reseñados.