No solo sobresale el aspecto social y de convivencia en lo que atañe a este proyecto, sino que además ha propiciado ahondar en el ámbito de la contratación. Enmarcado en el programa financiado por Lanbide, se ha llevado a cabo con tres personas jóvenes con formación en Ciencias Sociales y de la Educación que han desarrollado labores de dinamización, por lo que también ha supuesto una vía para mejorar la empleabilidad de jóvenes en situación de desempleo. “Hemos aprovechado el plan de empleo de Lanbide para contratar a estas personas en su primera experiencia laboral. Han estado ahí trabajando en permanente contacto con las familias y los niños, supervisando esos recursos educativos como frisbees, utensilios de bádminton... Además, han sido asimismo un referente en el propio patio”, señala la concejala de Educación del Ayuntamiento de Bilbao, Eider Bilbao.

Su labor ha contribuido especialmente a que la valoración de la ciudadana haya sido tan positiva. Según las encuestas realizadas al respecto, el servicio en general ha recibido una nota media de 3,7 sobre 4, al tiempo que la totalidad de las personas encuestadas recomendaría la experiencia a otros padres y madres. Entre los aspectos más valorados destacan precisamente el uso de material deportivo y lúdico, la conexión generada entre familias y centros educativos, y la configuración de los patios como espacios seguros.

La utilización de las instalaciones de los centros de enseñanza está regulada por un decreto del Gobierno vasco. Aunque los propietarios de la infraestructura son, en Infantil y en Primaria, los ayuntamientos, estos tienen cedido todo ello a Educación, por una cuestión de competencias, por lo que es esta consejería la que gestiona este ámbito. Los consistorios son competentes en materia de mantenimiento, seguridad y limpieza del centro. Las direcciones de los centros, la comunidad educativa y, en este caso, el Ayuntamiento de Bilbao fueron quienes en perfecta comunión, y tras escuchar a las asociaciones vecinales, echaron a andar esta experiencia que se fue sedimentando con la rutina y librando los retos que suponía enfrentar hasta alcanzar la meta.