Pasar por alto con elegancia cualquier infamia no siempre es lo más adecuado y les pone las cosas demasiado fáciles a los canallas (Thomas Mann). Estamos hartos, no se puede mentir más ni rebasar los límites del fraude y el engaño electoral continuamente en cada declaración ante los medios, adulterando el lenguaje y la verdad. El pasado 28 de mayo para contrarrestar las mentiras que lleva diciendo desde el inicio de su mandato, y siguiendo la tónica de la campaña electoral cuando dijo "ni un duro de dinero público para la Banca", ese 28 de mayo Rajoy puso especial énfasis en la siguiente declaración: "No habrá rescate de la Banca".

La realidad de nuevo supera la ficción. Se ha solicitado el rescate camuflado para la Banca de 62.000 millones de euros, adornado con nuevas mentiras como: he doblegado a Merkel, no habrá contraprestaciones..., pero ya está en cartera despidos masivos en la Administración pública, se les ha eliminado una paga extra a todos los funcionarios (no la de los políticos), se ha subido el IVA -ese impuesto que repercute a toda la población-, se habla de un posible aumento de la edad de jubilación o de los años de cotización (salvo los políticos con solo 7 años reciben el máximo, 2.400 euros, incluso sin tener edad reglamentaria como el resto de los asalariados)...

Nosotros, el pueblo, tenemos el poder de hacer que esta vida sea libre y bella, de hacer de esta vida una maravillosa aventura. Por tanto, en nombre de la democracia, empleemos ese poder, unámonos todos. Lucharemos por un mundo nuevo, por un mundo digno, que dará a los hombres la posibilidad de trabajar, que dará a la juventud un futuro y a los ancianos seguridad, (Charles Chaplin, El gran dictador), debemos de manifestar nuestro desacuerdo a la injusticia de las medidas en apoyo a la banca y la merma de los derechos adquiridos al resto de la población. Levantémonos para restituirlos.