Después de haber visto la mayoría de los partidos de la Eurocopa mi impresión se ha visto, una vez más, confirmada. Y es que un partido de fútbol de 90 minutos es demasiado. La parsimonia del portero para sacar de puerta, los saques de banda, los preparativos para lanzar una falta directa o un penalti, los cambios de jugadores a cámara lenta, la prueba de acceso a la escuela nacional de teatro en la que se convierte cada falta para al de un minuto salir brincando como un bambi cualquiera, etc. ¿Por qué no hacer como en el baloncesto? Cuando el balón no esté en juego se para el cronómetro. Me he entretenido contando los minutos en los que el balón no está en juego y rara vez sobrepasa los 60 minutos por partido. Por lo tanto, propongo que en lugar de 45 minutos por mitad se jueguen 30 a reloj parado. Y se acabaron las dramáticas escenas y las pérdidas de tiempo de los jugadores. Otro día les cuento mis ideas para acabar con el juego sucio y los errores arbitrales...
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