La última columna digital de Ion Antolín en El Plural resume perfectamente lo que a muchos les está pasando con Julian Assange, que cada vez parece tener más de villano y menos de héroe. También es cierto que Antolín es periodista, y sabe lo que supone la información, su gestión y su publicación. Tal vez por eso se ha sumado a la corriente crítica con Wikileaks y su controvertida cabeza visible, después de que publicaran un montón de información sin tamizarla aunque pueda "poner en peligro a mucha gente de la que no conoce ni su nombre, seguramente porque su ajetreada vida pública le ha impedido estudiar con detenimiento la información contenida en los cables".