CERCA de 70.000 vascos toman cada día su dosis de Sintrom, el medicamento anticoagulante por excelencia utilizado, entre otras cosas, para prevenir trombosis o embolias. La ciencia está a punto de comercializar un sustituto que, con las mismas propiedades terapéuticas, tendrá menos efectos secundarios en la dieta de los pacientes, en la necesidad de control médico... La ciencia puesta al servicio de las personas y de su bienestar. La investigación científica, como casi todo en esta vida, requiere de recursos que permitan llevarla a cabo. Y no son estos buenos tiempos para el dinero y su expansión en campos no siempre productivos a inmediato o corto plazo. La crisis obliga a gobiernos y al sector privado a mirar y remirar el destino de cada euro y a establecer claramente sus prioridades. La número uno en cualquier ámbito es sobrevivir. Ese axioma no admite discusión, porque si no hay vida no hay nada. Aunque el cómo hacerlo quizá sí. Sobrevivir puede traducirse en recortar y recortar hasta quedarse en una estructura mínima que asegure eso, la supervivencia. Sobrevivir para sobrevivir, sin ninguna intención más... ni menos. O sobrevivir intentando hallar futuro y mercado en lo desconocido. Arriesgando. Desafiando las siempre cautelosas reglas. Eso requiere invertir en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), en esforzarse en mejorar lo que hay y adelantarse a lo que habrá. Con esta coyuntura económica lo más complicado es optar por la segunda vía. El camino más corto es, efectivamente, el más corto, pero el más largo siempre suele ser más enriquecedor. En todos los sentidos. Afortunadamente, y a tenor de los datos, parece que gobiernos y autoridades están convencidos de la necesidad de no abandonar su apuesta por esas tres letras (I+D+i). También los emprendedores apuestan por ese camino. El Departamento de Industria del Gobierno vasco ha registrado un aumento del diez por ciento en las peticiones de ayudas para proyectos de innovación y desarrollo en la última convocatoria de los siete programas que ha desplegado para tal fin. De las 1.712 solicitudes presentadas en 2010 se ha pasado a 1.828. Las principales empresas de la Unión Europea que invierten parte de sus recursos en I+D prevén aumentar este gasto un 5% anual entre 2011 y 2013, según una encuesta realizada entre mil corporaciones y publicada ayer por la Comisión Europea. Los resultados muestran una mejora de las previsiones del año pasado y apuntan una subida de la inversión importante, frente a la caída del 2,6% que se registró en 2009. "La innovación es clave para el éxito comercial y la creación de puestos de trabajo. Es un motor del crecimiento sostenible y el empleo", opina la comisaria de I+D Máire Geoghegan-Quinn. La que fuera obsesión del Gobierno Ibarretxe es el futuro. I+D+i.
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