Me pongo en contacto con su medio de comunicación con la única pretensión de que se hagan eco de la lucha que mantienen los trabajadores de Troquenor, empresa de troquelería de Sondika. Cuenta con 160 empleados, de los que dependen otras tantas familias y nos llevan mintiendo desde hace tres años. Para remontar la empresa nos bajaron el sueldo. No sirvió para nada. Después llegaron los ERE, cuatro en total. Todo en saco roto. Aquí empieza el periodo de hastío y desesperanza.
La posterior Ley Concursal, con un crédito de 4 millones de euros, consigue una cartera de trabajo importante al unirnos a Batz y Matrici.
Pero la situación empeora en septiembre -a pesar de haber trabajo- y se comunica el despido de 38 trabajadores. Se decide iniciar una huelga indefinida y en ella estamos. Hace dos semanas hubo una marcha desde la fábrica hasta los juzgados de Bilbao, con escasa repercusión mediática. El 5 de noviembre se repitió la gesta. ¿Qué hacer? ¿Dejar cerrar la empresa sin lucha? ¿Qué futuro nos espera? Negro muy negro. Confiamos en la democracia, participamos de la lucha obrera, pero ahora no creemos en nada. El Gobierno socialista y los sindicatos permiten estos abusos. Ver para creer.