Cuando el tranvía llegó a su destino actual -hospital de Basurto- el pleno del Ayuntamiento de Bilbao definió, de acuerdo con todos los grupos del pleno, que en su futuro recorrido el tranvía tendría un ramal que lo conectase con el barrio de Rekaldeberri, aumentando de esta forma las actuales alternativas de transporte público (pocas en realidad), de conexión con el resto de barrios de la villa. Todo, incluso el dinero del proyecto, la licitación, los estudios, etc., estaba aprobado por el pleno.

No se sabe cómo pero en un momento dado apareció un grupo de vecinos y vecinas del distrito 7, al que pertenece Rekalde, reivindicando la llegada del metro a nuestro barrio, antigua reivindicación que apoyamos sin reservas, ¡cómo no!, la inmensa mayoría. Sin embargo, esta iniciativa de apoyo al suburbano llevaba aparejada la renuncia del barrio al ramal del tranvía para el distrito 7.

Esto, que no entendíamos muchos vecinos y vecinas, tuvo como consecuencia la creación de una plataforma que reclamaba ambos transportes públicos (metro y tranvía) para Rekalde, es decir, la asunción del compromiso del pleno del Consistorio bilbaino sobre el trazado del tranvía. Esta plataforma no rechaza de ninguna manera el proyecto de metro para cuando pueda ser una realidad, pero eso no es incompatible con el impulso de nuevas infraestructuras públicas tales como el tranvía, viable ya en estos momentos.

Debido a la imposibilidad de que las dos plataformas, que podríamos llamar una, metro sí-tranvía no, y la otra, metro sí-tranvía también, lleguen a un consenso para que todo el distrito salga beneficiado, en mi opinión sólo cabría una solución completamente democrática a este galimatías: la organización de una consulta popular proyectada para que los vecinos y vecinas del distrito 7 dieran su voto para cualquiera de las dos opciones a una sencilla pregunta: ¿quiere usted que el tranvía de Bilbao llegue a Rekalde? Sí o no.

No conozco personalmente al excelentísimo señor alcalde de Bilbao pero la imagen pública que me transmite el señor Iñaki Azkuna es la de una persona, aparte de dialogante, de fuerte personalidad y que no se deja arredrar fácilmente, una persona con arrojo y valor suficiente, como para saber escuchar a la ciudadanía habilitando una consulta que permita manifestar de forma completamente democrática (con su voto directo) la opinión del barrio a este respecto para que el Ayuntamiento actúe en consecuencia de forma eficaz respondiendo a la postura mayoritaria dada en dicho proceso. Esto es sólo una idea que se me ocurre para dirimir entre las dos posturas.

No se sabe cómo pero en un momento dado apareció un grupo de vecinos y vecinas del distrito 7, al que pertenece Rekalde, reivindicando la llegada del metro a nuestro barrio, antigua reivindicación que apoyamos sin reservas, ¡cómo no!, la inmensa mayoría. Sin embargo, esta iniciativa de apoyo al suburbano llevaba aparejada la renuncia del barrio al ramal del tranvía para el distrito 7.