No sé a quién debemos agradecer la limpieza efectuada a lo largo de la subida de Trapagaran a La Reineta, pero la descripción de lo que han realizado se me hace muy complicada.
Es como si unos monstruos gigantescos provistos de descomunales dientes la hubieran emprendido a mordiscos con todo lo que pillaban a su paso, les ha dado lo mismo que fueran zarzas, arbustos, cerezos, castaños, higueras…
Todo está destrozado, astillado, desgarrado, pero qué más da, qué importa. Se paga a la empresa de destroces contratada, nadie revisa el trabajo y a los que tenemos que contemplar el arbolicidio causado, que nos den morcilla, que para eso la tenemos tan rica en La Arboleda.
Yo me pregunto dónde están los ecologistas, los amigos del monte, los defensores de la naturaleza… Y no es que yo me oponga a que limpien, pero que llamen limpieza a semejante barbaridad realizada… Vengan, vengan a verlo y opinen.