Las investigaciones que sobre el Jesús histórico venían produciéndose desde el siglo precedente se incrementaron considerablemente al animar el Vaticano II a su profundización. Como consecuencia, estos conocimientos más identificados con el Jesús humano han traído como consecuencia la necesidad de adecuar, sin tener que modificarlo, el mensaje de Jesús al tiempo presente.

Por citar sólo a los nuestros, a los más próximos, han surgido en la Iglesia muchos Arregis, Pagolas y Sobrinos, cristianos todos ellos ejemplares, que tratan de mejor conocer, para poder mejor transmitir, la imagen y el mensaje de Jesús, pero adaptado e interpretado a la mentalidad de cada cultura y tiempo, absolutamente necesario para que sea verdaderamente vivo.

Esto revela a la jerarquía, a su verdad absoluta y fundamentalista y proliferan los Munillas, las condenas a los herejes?

Este obispo ha tenido la osadía de exigir a los superiores de Arregi que lo hagan callar o que lo envíen a atender a los pobres de América. Nada menos. Esto en un siglo XXI donde la apertura cultural y la libertad son exigencias cristianas. Con esta actitud pretende ser defensor de Jesús en Gipuzkoa, pero a sabiendas de que contará con el respaldo de una Iglesia a la que no comprendemos, porque la Iglesia es otra cosa.

Con esta actitud autoritaria pretende transmitir el mensaje de Jesús. Tampoco los quería Juan XXIII. Pero yo le pregunto al obispo Munilla si es capaz, desde luego desde la fe, de hacernos más comprensibles los primeros concilios y sus definiciones, los que marcaron el cristianismo desde su mentalidad y filosofía helenistas. Hoy hablamos, pensamos de otra forma, pero no podemos ni queremos modificar el Evangelio.

Soy un cristiano de los de a pie, no pertenezco a ninguna base, a nadie puedo enseñar. Trato de formarme, pero no pierdo la fe, aunque mis creencias se van adaptando a estos tiempos.

Josu Mendialdua