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"Las tres pes"

SIEMPRE nos habían contado que hasta el cuarenta de mayo no hay que quitarse el sayo. Sin embargo, ya hemos pasado fecha tan señalada en el calendario y aquí seguimos inmersos en una borrasca que no termina de pasar. Agua y más agua. Fresco y más fresco. Como si el calendario no quisiera darse cuenta de que el verano está a la vuelta de la esquina. O quizás sea que la naturaleza es sabia y ha decidido que los tiempos revueltos que se viven en los aspectos social y económico deben estar acompañados de una meteorología similar. Porque está claro que lo más apetecible en estas condiciones es quedarse en casa, repantingarse en el sofá y encender la televisión al gusto de cada uno. Ahora un partidito del Mundial, ahora una película, es la hora del informativo, a ver qué cuentan los programas del corazón y las vísceras... Las alternativas son variadas. El acompañamiento, también. Desde una fría cervecita hasta un buen crianza. Desde los socorridos cacahuetes y pistachos hasta una elaborada tortilla de patatas. Es lo que tiene esta inestabilidad atmosférica. Parece que nos hemos olvidado del calentamiento global igual de fácilmente que dejamos de lado la terrible gripe A que nos iba a atacar sin piedad en este invierno sin final. Pero, por favor, que no dure el temporal. Que lo más barato, y lo mejor para estos tiempos de crisis y de verano, siguen siendo Las Tres Pes que nos han acompañado toda la vida: "Playa, paseo y pipas". Incluso se puede cambiar la playa por la piscina. Y a disfrutar de la crisis.