Iñigo Vicens no se enfrenta por primera vez a las cámaras, pero sí es la primera ocasión en que lo hace como presentador de un reality. Su mundo está en el deporte (el crossfit, más concretamente) antes que en la televisión, pero en absoluto descarta continuar haciendo proyectos audiovisuales si las propuesta le gustan. 

PERSONAL

Edad: 37 años.

Lugar de nacimiento: Ondarroa (Bizkaia).

Familia: Tiene dos hijos de siete y cinco años.

Trayectoria: Lleva toda su vida dedicándose al mundo del deporte. Su universo particular es el crossfit, una disciplina física que está muy de moda en estos momentos. Ha participado como colaborador en distintos programas de ETB, en los que ha aconsejado sobre la mejor forma de mover el esqueleto. Ha presentado Adinberri junto a Zuriñe Hidalgo, un espacio dedicado a estimular al espectador, sobre todo al de más edad, frente al deporte. En breve comenzará su nueva andadura en Euskal Telebista con un programa para su primera cadena, el reality de aventuras Naufragoak.

¿Fue para usted una sorpresa que le encargaran presentar Naufragoak?

La verdad es que sí, era algo que no esperaba. Me llamó Josean Goñi, uno de los directores de El conquistador, me habló del programa y pensé que no sería para ser concursante. Cuando me planteó presentar el programa me ilusionó. Se me hizo raro, pero me lo tomé con ilusión.

Un programa que se ha desarrollado en el Caribe. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Impresionante, enriquecedora y a la vez más dura de lo que uno se plantea. La película que tú ves en pantalla nunca te deja ver lo que hay detrás de las cámaras, lo que ocurre en el lugar en el que se desarrolla el reality.

Y usted no conocía cómo es uno por dentro, ¿no?

Hay gente que piensa que he estado en El conquistador, pero solo lo conozco como espectador.

¿Nunca ha tenido tentaciones de ir a ese reality?

Es un programa que lo he seguido durante muchos años y me gusta, pero nunca me he visto allí. Me parece un programa brutal, pero no, no he tenido tentaciones.

Lo suyo es el deporte. ¿Le atrae también la televisión?

Sí, lo mío es el deporte, pero es igualmente cierto que me he sentido cómodo en un plató y que he estado muy bien en el programa que hemos hecho, Naufragoak. Bueno, he estado a gusto en todas las colaboraciones que he hecho para Euskal Telebista.

¿Cuál es su papel en el mundo del deporte?

Me dedico al crossfit. Empecé en el mundo de la natación y fui monitor de sala durante diez años.

¿El deporte como motor de vida?

Totalmente. La verdad es que tengo mucha suerte, porque he conseguido vivir de lo que me gusta. Todos trabajamos por dinero, está claro, todos lo necesitamos, pero es diferente cuando lo que haces es tu vida, te da placer y gusto. Me hace sentir que no trabajo, que lo que hago es lo que realmente me gusta hacer también en mi tiempo libre. El deporte es un estilo de vida que además me da la posibilidad de ganar dinero. 

"Haciendo televisión me siento francamente cómodo”

¿Nos puede convencer de que el deporte o el ejercicio físico debe ser algo esencial en nuestras vidas?

Hay un deporte que es de alto rendimiento y que quizá no tiene por qué ser esencial, pero el ser humano tiene que estar en movimiento. Una vida sedentaria es contraproducente. Cuando hablo de deporte o aconsejo sobre hacerlo siempre digo: Haz lo que te gusta, pero muévete. La actividad física tiene que ser algo tan habitual como limpiarnos los dientes, cortarnos las uñas o beber agua. Tendría que ser algo obligatorio y de uso muy frecuente. Sobre todo ahora.

¿Por qué ahora?

Porque vivimos en una época tan tecnológica, donde no hay distancias, y muchas de nuestras actividades las podemos hacer sentados y moviendo solo un dedo. Por eso digo que la actividad física tiene que ser más prioritaria que nunca.

¿Le incomoda algo del mundo de la televisión?

A día de hoy puedo decir que no. Me siento a gusto. Es un trabajo que me hace sentir bien, y de hecho no lo haría si estuviera incómodo. Es igual que cuando estoy en el ámbito deportivo, me siento francamente bien. Al menos todas las experiencias televisivas que he vivido hasta ahora las he disfrutado.

Iñigo Vicens es un deportista nato con muchas otras facetas.

Iñigo Vicens es un deportista nato con muchas otras facetas.

Naufragoak es la gran apuesta de ETB-1 para este otoño...

Ha sido toda una sorpresa, algo inesperado. Es verdad que cuando hice Adinberri era también presentador, pero iba muy ligado a lo que siempre ha sido lo mío, la actividad física. Lo que no me veía era como presentador de un reality y mucho menos estar en un programa que sea la apuesta de ETB-1. Ni mucho menos. 

¿Cree que va a hacer sombrar a Julian Iantzi?

Ja, ja, ja... No lo creo, y tampoco lo pretendo. Quiero que este programa guste a la gente, pero sin hacer sombra a nadie. Él lleva haciendo lo que hace durante muchísimos años y puede que nos comparen, aunque las comparaciones sean odiosas. 

¿Le ha dado algún consejo?

He hablado con él porque tiene una experiencia enorme, pero bueno, quiero ser yo mismo, y ni de lejos puedo hacerle sombra.

¿Se ve de seguido en televisión?

No lo sé, pero puedo decir que no me cierro puertas ante las nuevas oportunidades. A lo mejor todo queda en este programa y no hay más, pero no me cierro a otras propuestas si me gustan.

Hablemos del reality. ¿Cómo es?

Es un reality de aventuras que para mí es muy divertido. Tiene también puntos muy duros y creo que los participantes y todo el equipo lo ha disfrutado mucho. Hemos hechos buenas risas. Hay pruebas difíciles, momentos tensos, tiempos de diversión... ¡Qué más te puedo contar sin destapar las sorpresas! Solo espero que los espectadores lo pasen igual que yo. En resumen, ha habido momentos agridulces para los participantes, pero creo que es un programón.

¿Es fácil manejar a los concursantes?

Según las situaciones personales o los momentos, pero en líneas generales todos han sido muy respetuosos y estos primeros concursantes de Naufragoak han resultado de diez. 

Ha hablado de momentos duros, ¿también los han sufrido usted y su compañera en este viaje, Lur Errekondo?

En ocasiones sí que pueden llegar a serlo, pero como fui tan ilusionado... Hablamos de un programa de ETB-1, el primero que sale al Caribe, de actividad física y en euskera. Para mí, todo eso son pluses, pero a la vez todo era nuevo, no tenía referencias, no sabía lo que era un reality por dentro. Hay mucho curro detrás y es un programa que se ha hecho de una forma muy seria. ¿Duro? No sé si esa es la palabra, pero lo que sí es cierto es el tremendo trabajo que hay detrás, un trabajo que no se ve en pantalla. Esa es mi sensación.

¿Pero dispuesto a repetir?

Si se da la ocasión, por supuesto. Al menos esa es la sensación que tengo ahora mismo. Estoy muy contento con el trabajo que hemos realizado entre todos.

Volvamos a las posibles comparaciones con El conquistador.

Pienso que eso será inevitable, aunque no sé si tiene puntos similares o no. Este es un reality de aventuras que tiene otro formato, del que creo que es otra historia y que ambos tienen poco que ver. Serán los espectadores los que tengan que decir la última palabra, aunque supongo que sí, que la gente, queriéndolo o no, los va a comparar.

¿Qué tal con los millones de insectos que habitan en el Caribe?

Ja, ja, ja... Ya se verá, porque no puedo contar mucho, pero al margen de la foto que siempre nos han enseñado del Caribe, hay una parte que es territorio hostil y la verdad es que lo hemos sufrido todos un poco. 

Aunque tengamos la idea de que es un paraíso para el disfrute y el placer.

No, para nada. Lo que sale en el programa nada tiene que ver con la idea de paraíso que tenemos muchos.

Tiene usted dos hijos. ¿Cómo lleva la conciliación familiar?

Soy un padre al que le gusta estar presente siempre que puede. Son dos niños que me caen muy bien, además de que son mis hijos, claro, dos chavales muy majos con los que me lo paso bien y disfruto mucho cuando estoy con ellos.