El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Alvin Holsey, informó este domingo que el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del Pentágono, entró a aguas del Caribe con el objetivo de "combatir las amenazas transnacionales" y en medio de la disputa de su país con Venezuela.
Holsey afirmó: "A través de un firme compromiso y el uso preciso de nuestras potencias, estamos listos para combatir las amenazas transnacionales que buscan desestabilizar nuestra región".
Este operativo marítimo en el área del Comando Sur de EE.UU. se realiza por órdenes del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, quien dirige el grupo de ataque del portaaviones, en apoyo a las directrices del presidente para desmantelar organizaciones criminales transnacionales y contrarrestar narcoterroristas.
Holsey enfatizó que: "El despliegue del equipo de ataque del USS Gerald R. Ford representa un paso crítico en reforzar nuestra solución de proteger la seguridad del hemisferio occidental y la del territorio americano".
El portaaviones acompañará a la Unidad Expedicionaria 22 a bordo del USS Iwo Jima, como parte de la operación militar Southern Spear (Lanza del Sur), relacionada con la lucha de Washington contra el narcotráfico en Latinoamérica, en un momento de creciente presión del Gobierno estadounidense sobre Venezuela.
El USS Gerald R. Ford es el portaaviones más grande del mundo, con capacidad para 4.500 tripulantes y 70 aviones, y es considerado por la Marina de EE.UU. como la "plataforma de combate más capaz, versátil y letal del mundo".
335 metros de largo
El Gerald R. Ford, que mide más de 335 metros de largo y funciona con energía nuclear, cuenta con un sistema pionero de catapulta electromagnética para aviones, radares avanzados y reactores nucleares que alimentan sus motores de forma continua.
Durante su periodo de pruebas, el USS Gerald Ford resistió en 2021 el impacto de tres explosiones submarinas, conocidas como pruebas de choque a nivel de buque, que acreditaron su capacidad para resistir fuertes impactos y seguir operando en condiciones extremas.
El ministro de Asuntos Exteriores de Trinidad y Tobago, Sean Sobers, confirmó que la Marina de Guerra de EEUU llegaría al territorio caribeño para continuar sus ejercicios militares con la Fuerza de Defensa Trinitense, en medio de las tensiones con Venezuela.
Estas tensiones se intensificaron con el atraque en Puerto España hace una semana del USS Gravely, un destructor estadounidense equipado con misiles guiados. En las últimas semanas, las fuerzas estadounidenses han destruido en aguas del Caribe y del Pacífico oriental más de una decena de lanchas presuntamente vinculadas al narcotráfico, ataques en los que la mayoría de sus tripulantes murieron.