El multimillonario Elon Musk ha abordado en privado con sus aliados la manera de conseguir la destitución del primer ministro británico, Keir Starmer, antes de las próximas elecciones en el Reino Unido, previstas para 2029, informó ayer el Financial Times (FT).

Según pudo saber el FT de personas familiarizadas con este asunto, el magnate del sector tecnológico investiga cómo desestabilizar el Gobierno laborista de Starmer más allá de las fuertes críticas que ha lanzado contra éste en su red social X.

“Su opinión es que la civilización occidental en sí está amenazada”, afirmó una persona al tanto de esta maniobra de Musk.

El multimillonario sudafricano, agregó el FT, ha buscado información sobre cómo generar apoyo para movimientos políticos británicos alternativos, en particular el populista Reform UK, de derechas, para forzar un cambio de primer ministro antes de los comicios generales.

En las últimas décadas, varios primeros ministros, como Tony Blair o Boris Johnson, han ganado elecciones por amplia mayoría pero luego se han visto obligados a dimitir a mitad de la legislatura por diversas razones, ya sea por escándalos o falta de popularidad.

El director ejecutivo de Tesla, SpaceX y X, que ha sido designado por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para formar parte de un proyecto para controlar el gasto del Gobierno estadounidense, ha mostrado mucho interés en la política británica en los últimos meses y ha criticado con dureza a Starmer.

En la última semana, ha exigido una investigación nacional sobre casos históricos de explotación sexual de niñas por parte de bandas de hombres, sobre todo británico-paquistaníes, en varias ciudades.

Musk acusó a Starmer de haber sido “cómplice” del fracaso de las autoridades de proteger a las víctimas y procesar a los abusadores cuando fue director de la Fiscalía entre 2008 y 2013.

Starmer ha rechazado las críticas de Musk y esta misma semana ha señalado que quienes “difunden mentiras y desinformación” no están interesados en las víctimas sino en “ellos mismos”.

Meloni defiende al magnate

Por su parte, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, defendió ayer a Elon Musk y rechazó las acusaciones de injerencia en la política europea, asegurando que no es “un peligro para la democracia”. Meloni se expresó de este modo en el transcurso de su rueda de prensa anual, en la que la preguntaron sobre su relación con el dueño de Tesla.

La dirigente italiana subrayó que el verdadero peligro de injerencia radica en el uso de recursos financieros para influir en las decisiones políticas, algo que no considera que Musk haga, a diferencia del inversor George Soros, a quien comparó en este contexto .

“El problema es cuando estas personas usan recursos para financiar en todo el mundo partidos y asociaciones para condicionar las políticas, algo que no me parece que haga Musk, a diferencia de Soros. Eso sí, lo considero una peligrosa injerencia”, dijo Meloni.

Durante su intervención ante la prensa, la mandataria reiteró que no recibió dinero de Musk, algo que “otros sí hicieron con Soros” y al que entonces se consideró un “filántropo”, criticó.

La líder italiana también cuestionó el doble rasero con que se trata al multimillonario. “¿El problema es que es rico e influyente o que no es de izquierda?”, se preguntó.

Giorgia Meloni mantiene una estrecha relación con el magnate estadounidense que la oposición ha señalado como un posible fruto de conflictos de interés por los intereses económicos privados en Italia de SpaceX, la empresa de Musk.